Del Ribero medieval a la calle de Rivero
Rivero es la única calle, de entre las clásicas, de la historia avilesina que nunca ha cambiado de nombre. Si acaso mudó la b por una v, obra parece que de algún escribano que iba por libre. El caso es que a Rivero le caparon la b. Como Abillés, que con el tiempo terminó llamándose Avilés.
Es muy antigua la existencia del Ribero que así figura en el Libro de Acuerdos del Ayuntamiento de Avilés de 6 enero de 1485 «Reunidos en Ribero, arrabal de la villa de Avilés». Un núcleo de población que fue formándose en el camino que llevaba a la capital de Asturias y que también era Camino de Santiago. Por tanto era de cajón que allí se edificara –en 1515– un gran Hospital de Peregrinos, costeado por el enigmático Pedro Solís (que ya tuvo su episodio). El albergue era un complejo con capilla y cementerio, que vino inmisericordemente a morir, a golpe de piqueta, en el verano de 1948.
La denominación ribero corresponde a un vallado que se hizo en la zona para contener el agua que bajaba demasiado generosamente por los prados del [hoy parque público] Ferrera, inundando frecuentemente casas y caminos del arrabal.
Cosa histórica, la de las humedades de esta tradicional calle, porque aún hoy en día siempre que llueve de más uno de los primeros lugares de Avilés que lo paga con inundación es el tramo final de la calle Rivero.
Rivero es de tramos largos y soportalados, con vecinos muy orgullosos de su calle. Y razón llevan porque es un encanto contado en libros y cantado en escenarios.
Contada por escritores como Armando Palacio Valdés (1853-1938) que de niño vivió en Rivero. Cantada, por ejemplo, en la zarzuela ‘La pícara molinera’ (1928), donde el estribillo más conocido –sacado del cancionero tradicional asturiano– dice «calle la del Rivero, calle del Cristo, la pasean los frailes de San Francisco». Desde 1921 y hasta 1960 también la atravesó, de cabo a rabo, el tranvía eléctrico; actualmente es calle peatonal que sigue conservando casi 200 metros de soportales.
Avilés, casco antiguo rincón con flores, cai Rivero
No hay comentarios:
Publicar un comentario